"Las palabras con que se envenena el corazón de un hijo, por mezquindad o por ignorancia, se quedan enquistadas en la memoria y tarde o temprano le queman el alma". Del libro "La Sombra del Viento" de Carlos Ruiz Zafón
Ya desde que nacemos escuchamos palabras que más tarde se irán quedando impresas en nuestra memoria y en nuestro corazón. Palabras que en esos primeros instantes de vida no tienen significado y que lo van tomando conforme vamos creciendo y aprendiendo. Van tomando forma, peso, valor.......y las vamos adaptando a nuestro vocabulario tomando diferentes dimensiones, que no siempre son iguales para la misma palabra dependiendo de la persona, del contexto y de cómo se haya ido relacionando con ella a lo largo de su vida.
A mi que me encanta el lenguaje, me deleito conjugando las infinitas posibilidades que las palabras nos ofrecen para componer y dar forma a un pensamiento, a una manera de sentir, una opinión, para narrar una anécdota, para transmitir sabiduría, para compartir una reflexión, detallar un paisaje, describir una persona, expresar nuestro amor.........son las palabras las herramientas básicas que utilizamos para comunicarnos, ya sean habladas o escritas y por eso es tan grande su importancia y lo que de ellas trasciende. No se quedan en meros seres inanimados, sin sentido..... sino que al pronunciarlas toman vida y son capaces de emocionarnos, entristecernos, animarnos......pueden provocarnos un sinfin de sentimientos.
Por eso os propongo que las cuidemos, que las utilicemos de una manera provechosa, que hagamos composiciones con ellas que transmitan una melodía suave, optimista y motivadora que nos haga caminar por el amor, la ternura y el respeto. Que seamos conscientes en todo momento del poder que pueden tener unas palabras dichas a tiempo, tanto para halagar como para emitir una crítica, pero siempre, sea cual sea su cometido utilizarlas de una forma respetuosa, que el lenguaje es una riqueza inigualable que nos brinda la oportunidad de poder expresarnos sin necesidad de ofender ni de herir y que rodearnos de bellas palabras, las adecuadas en cada ocasión, es también rodear nuestra vida de belleza y armonía.
Alejandra
